¿Se respetan los derechos humanos en un ambiente laboral? - Análisis del libro La granja de los anim
La Granja de los Animales ¿Se respetan los derechos humanos en un ambiente laboral?
Actualmente uno de los temas más controversiales son las condiciones laborales en las cuales se ven inmersos miles de trabajadores a lo largo de todo el mundo. Y es que a pesar de los avances que se han hecho en materia de Derechos Humanos y Laborales, en conjunto con una mayor cobertura de los medios de comunicación, existen aún un sin número de violaciones al resguardo de dichos derechos. Para ahondar en el presente ensayo, es necesario establecer qué entendemos por derechos humanos, los cuales según la Organización de las Naciones Unidas, son derechos inherentes a todo ser humano, sin importar su edad, genero, raza, religión o nacionalidad. Estos están a menudo contemplados en la ley y garantizados por esta, a través de tratados, derecho internacional consuetudinario, principios generales. Por el contrario, los derechos laborales, a diferencia de las otras leyes, son más actuales, puesto que surgieron en el siglo XIX y XX como resultado de varias demandas de obreros y trabajadores, para mejorar sus condiciones de trabajo. En sí este derecho busca cuidar la seguridad de los trabajadores, a través de regulaciones de diversas áreas laborales como lo son la cantidad de horas de trabajo, el sueldo mínimo, el lugar de trabajo, la higiene de éste, las licencias, vacaciones, entre otros. Un claro ejemplo donde se violan los derechos laborales, es en el libro “La granja de los animales” escrito por George Orwell, en el cual se recrea una rebelión librada por los animales de una granja dado el paupérrimo trato que los humanos les daban. Una noche que el granjero Jones olvidó darles su comida, los cerdos, ya cansados del trato que se les daba, llevan a cabo una revolución sacando a los hombres y adueñándose de la granja, tras lo cual realizaron una serie de mandamientos, los cuales eran absolutamente inviolables. Los cerdos, poco a poco, tomaron posiciones consiguiendo administrar todo, mientras que los animales trabajaban para ellos mismos, sembrando y cosechando, manteniendo así un trabajo equitativo entre trabajo y alimentación.
Tras el éxito de la revolución, Bola de Nieve, un cerdo que tuvo una participación activa durante la rebelión, tenía planes de futuro: que los demás animales aprendieran a leer y escribir, además de construir un molino diseñado por él. Así mismo, otros personajes destacables del libro son Bóxer, el caballo y Benjamín, el burro. A ambos les gustaba trabajar; el primero, siendo el más fuerte de toda la granja, llegaba más temprano que cualquier otro animal a trabajar y se iba pasada la jornada laboral. Bola de Nieve tenía un enemigo, otro cerdo llamado Napoleón. Un cerdo muy inteligente, pero que utilizaba su inteligencia para obtener beneficios sin hacer nada a cambio.
Napoleón, que crio a 9 perros huérfanos para que lo obedecieran y atacaran según su disposición, desterró a Bola de Nieve, para con posterioridad robarse lo planos del molino y guiar su construcción. Empujados por el esfuerzo de los demás y las falsas promesas de los cerdos, los animales trabajaban mucho para finalizar el edificio y poder así tener luz y calefacción en sus piezas. Tras esto los cerdos, poco a poco, iban consiguiendo respeto en base al temor dentro de la granja, creando así una élite de cerdos y perros. Los cerdos desobedecían cada vez más los mandamientos en los que se basaba su sociedad y vivían mejor que los demás animales, poniendo la excusa de que ellos debían cuidarse para poder llevar el gobierno de la granja de una manera más eficiente. Una de las reglas que desobedecieron fue la de comercializar con los humanos. Lo cual quedó demostrado cuando vendieron los huevos de las gallinas. Estas últimas muy molestas, quisieron demostrar su descontento con Napoleón y la forma en que este gobernaba. Como represalia, Napoleón ordenó la ejecución de las gallinas y de todos los animales que las apoyaban. Boxer después de años de arduo trabajo, llegó a un punto en que su cuerpo no lo acompañó más, produciéndosele una lesión en una de sus patas. Su amigo Benjamín lo tranquilizó diciéndole que tendría una buena jubilación, por el hecho de haber entregado tanto a la granja. Pero Napoleón lo vendió al matadero. Los cerdos deseaban cada vez más prevalecer en un nivel superior, llevados por la codicia y el egoísmo. Comienzan a vestir como hombres, vivir como ellos, rompiendo así sus propias reglas.
Dentro del libro se ven vulnerados los derechos laborales de los animales cuando el señor Jones no los alimenta y los tiene en precarias condiciones (los animales son la representación de los trabajadores y trabajadoras), lo que los lleva a formar la rebelión contra el señor Jones. Otra ejemplificación de la vulnerabilidad de éstos, se produce en el momento en que se ven los animales en el poder, una vez que ellos toman el poder se puede ver como abusan de los caballos y los burros, especialmente de Boxer y de Benjamín, quienes son los más trabajadores. Durante el día y la noche trabajaban de manera excesiva, sin recompensa o remuneración alguna. Cuando las gallinas intentan mostrar su descontento y su molestia debido a que los cerdos vendían sus huevos a cambio de mermeladas que consumían ellos mismos, se puede ver que los trabajadores no tenían derecho a expresarse, puesto que en el momento de hacerlo son discriminadas, agredidas y posteriormente asesinadas, solo por el hecho de pensar diferente. Otra representación de la transgresión de los derechos laborales y humanos se ve en el momento de la lesión de Boxer, ya que este no recibe una jubilación digna. Una vez que el caballo no sirvió fue enviado directamente al matadero, sin haber importado que éste fuera el mejor trabajador de la granja. Finalmente el hecho de que los cerdos no cumplieran con los mandamientos impuestos por ellos mismos, es una demostración clara de cómo una vez que se llega al poder, este es usado a beneficio de la clase dirigente. Relación entre los derechos humanos y el trabajo digno. Ambos buscan como fin último defender, promover y hacer respetar la dignidad de hombres y mujeres alrededor del mundo En ambos casos son los Estados y agentes no gubernamentales los principales responsables de llevar a cabos su promoción, respeto y defensa. Ambos conceptos son construcciones colectivas que se encuentran en permanente cambio, aumentando su concepción y cobertura. Los derechos humanos en el ámbito laboral han ido evolucionando y se han ampliado durante el último tiempo. Ya no solo busca la dignidad de la persona, sino que también busca aumentar sus niveles de calidad de vida. Algunos de los derechos más recientes son: El derecho a ser respetado por la orientación sexual, el derecho al acceso a educación y salud de calidad, el derecho a sindicalizarse y negociar colectivamente, entre otros. El concepto de trabajo digno nace en un momento importante de la historia marcada por procesos complejos: la ampliación de los conceptos neoliberales en el mundo, doctrina que ha afectado directamente a trabajadores y trabajadoras, un modelo de globalización que no ha logrado generar avances y derechos a sectores populares de la humanidad, sino en cambio ha generado una deshumanización creciente. El trabajo digno busca defender, promover y hacer respetar la dignidad de los trabajadores. Esto se logra respetando a los obreros y valorando el rol fundamental que desempeñan en la sociedad; por esto es básico que además de tener un empleo, aseguren su desarrollo como seres humanos. Estos empleos deben ser productivos, adecuadamente remunerados, ejercidos en condiciones de libertad, equidad, seguridad social y dignidad humana. Según el filósofo político Avishai Margalit, “la humillación es una forma de crueldad que destruye la capacidad de las personas de crecer en sí mismas, tomar iniciativas y cambiar su propia situación. Es necesario prestar atención a la humillación y a la deshumanización, porque ambas afectan no solo a las libertades fundamentales de las personas, sino también a su capacidad individual de ser agentes de cambio de su propia situación. La noción de agente humano es ciertamente fundamental en tal debate: Las personas se respetan unas a otras sobre la base de su autonomía y su capacidad de actuar como agentes humanos para cambiar y remodelar sus vidas” (Margalit, A. pag. 84). Con respecto al caso de Chile, estos se denominan como Derechos Fundamentales de los Trabajadores. Los derechos fundamentales son aquellos derechos y libertades que toda persona posee por el solo hecho de ser tal y se encuentran reconocidos y garantizados por el ordenamiento jurídico. Todo trabajador es persona, por lo cual es poseedor de derechos fundamentales al interior de la empresa. Los siguientes son los derechos consignados en la legislación chilena: El derecho a la vida y a la integridad física de los trabajadores y trabajadoras. Respeto y protección a la vida privada y a la honra del trabajador o trabajadora y su familia. Derecho a la libertad de conciencia, a la manifestación de todas las creencias y al ejercicio libre de todos los cultos. La libertad de expresión, opinión e información sin censura previa, en cualquier forma y en cualquier medio. La libertad de trabajo y el derecho a su libre elección. Además, la garantía de que ni una clase de trabajo puede ser prohibida, salvo las excepciones que la propia constitución dispone. La libertad sindical y el derecho a negociar colectivamente sin obstáculos indebidos La garantía de indemnidad, que consiste en no ser objeto de represalias ejercidas por el empleador, razón o como consecuencia de la labor fiscalizadora de la Dirección del Trabajo. Según la confederación internacional de sindicatos (CSI), tanto el gobierno como las empresas no garantizan que la legislación laboral se cumpla. El Índice Global de los Derechos de la CSI, muestra cuáles son los peores países del mundo para trabajar por medio de la clasificación de 141 países en una escala del 1 al 5 basada en el grado de respeto de los derechos de los trabajadores. La CSI, representante de la voz global de los trabajadores y trabajadoras, ha estado documentando y exponiendo durante tres décadas las violaciones de los derechos de los trabajadores a través de la información de contenido publicada en su Informe. El Índice Global de los Derechos de la CSI se desarrolló para aumentar la visibilidad y la transparencia de la trayectoria de cada país en materia de derechos de los trabajadores. Además, el Índice Global de los Derechos de la CSI es un instrumento que permite realizar un seguimiento de las tendencias en todo el mundo cada vez que se producen cambios en las políticas o en la legislación. La siguiente imagen, refleja el sistema laboral chileno. De esta se puede desprender que en nuestro país no se respetan los derechos laborales, sino que por el contrario, se realizan violaciones e irregularidades de estos de manera constante. La CSI extiende su cobertura a 141 países, de los cuales 9 están catalogados como +5 siendo mayormente países Africanos; 27 son nivel 5, entre ellos se encuentra Colombia; otros 27 están en el nivel 4, uno de los más destacados es Estados Unidos. En el nivel 3 se encuentra Chile junto con otros 35 países. Mientras que en el nivel 2 y 1 (los más aptos para trabajar sin que se vulneren los derechos laborales) se encuentran Brasil y Uruguay, respectivamente.
Referencias bibliográficas http://www.cubaencuentro.com/derechos-humanos/clasificacion-y-caracteristicas/caracteristicas http://definicion.de/derecho-laboral/ http://www.definicionabc.com/historia/derecho-laboral.php http://concepto.de/derecho-laboral/ http://www.un.org/es/documents/udhr/history.shtml www.ituc-csi.org/ Avishai Margalit. “El trabajo decente Puntos de vista filosóficos y espirituales” George Orwell. “La granja de los animales”, 1945.